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Un homenaje para el Gran Prestigitador de las Palabras, como prometer una cosa y la contraria salir con bien y ser aclamado como ídolo de masas

domingo, 11 de septiembre de 2011


Soy funcionario del grupo C desde hace 20 años y mi sueldo escasamente llega a los 1.500 euros.
Desde hace 20 años hasta que empezó la crisis todos mis compañeros del instituto me ponían una risa burlona cuando hablábamos de nuestros sueldos. Ellos cobraban 2.500 euros, otros 3.000 e incluso más con incentivos. Sus empleos no eran cosa de otro mundo, uno era camionero, otro trabajaba en una empresa de materiales para la construcción y así con casi todos los que encontraba.
Ellos me decían, algunos con cierta risita, que con mi sueldo apenas me llegaría para mantener a un niño, si lo hubiese tenido con la novia que tenía, y que solo podía aspirar a pagar el pisito y a sobrevivir.
Mientras ellos tenían Mercedes y Bmw, yo me conformaba con un Seat Ibiza.
Salían a comer dos o tres veces a la semana fuera de casa, yo me conformaba con la escasa cena del fin de semana.
La verdad es que no he tenido lujos, pero no he pasado necesidades de ningún tipo, porque los seguros médicos me han cubiertos todas las eventualidades que me han surgido.
Ahora cuando los veo por la calle y desde hace algunos años no paran de decirme que vivo muy bien, que tendrían que bajar el sueldo a los funcionarios y disminuirnos en número puesto que somos los culpables de sus desdichas.